“ACUSAN SIN PRUEBAS CONCRETAS, SOLO SUPUESTOS”

AUDIENCIA Nº 123, 21 DE NOVIEMBRE DE 2023. JUICIO “POZO” DE BANFIELD, “POZO” DE QUILMES, “EL INFIERNO” DE AVELLANEDA Y BRIGADA DE SAN JUSTO

En este encuentro virtual, continúan las declaraciones indagatorias de los imputados en relación con la ampliación de sus acusaciones. Están previstos los testimonios de Jorge Héctor Di Pasquale, Jorge Antonio Bergés, Jaime Lamont Smart, Carlos Gustavo Fontana -todos representados por el defensor oficial, Gastón Barreiro-, Federico Antonio Minicucci y Enrique Augusto Barre -ambos con defensas particulares-. Entre las imágenes de las personas conectadas pueden verse, también, las caras de Juan Miguel Wolk, Roberto Armando Balmaceda, Guillermo Alberto Dominguez Matheu, Carlos Romero Pavón, Alberto Candioti y Luis Horacio Castillo.

“Lo del plan clandestino de represión a nivel nacional es otro de los eslóganes con los cuales se pretende tergiversar la historia”

Desde el penal de Campo de Mayo, Jorge Héctor Di Pasquale presta declaración en una habitación recubierta de aislantes acústicos gris oscuro. La insípida imagen se rompe con la camisa azul del ex capitán de artillería y jefe de la sección de Operaciones Especiales del Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata quien, con lentes y el pelo canoso peinado hacia atrás, solo se deja ver hasta la nariz. De allí hacia abajo, su cara es un misterio.

La  ampliación de acusaciones incluye la co-autoría de homicidio agravado, ataques sexuales y delito de privación ilegal de la libertad agravada por haber realizado actos de violencia, amenaza y tormentos. El imputado comienza tajante: “Dejo expresamente aclarado que no conocí, ni conozco, ni tuve contacto, ni nunca vi documento alguno referido a las personas que aparecen como víctimas […]. Asimismo, reitero que nunca estuve en los lugares donde funcionaban las brigadas de Quilmes, Banfield y Lanús, que son las que se mencionan específicamente en esta causa […]. Se estima que más del 90% de la población descree de la Justicia, dentro de ese porcentaje me encuentro yo”.

A lo largo de su declaración, recupera preguntas que se le habían realizado con anterioridad, para reafirmar o modificar sus dichos. Por ejemplo, sostiene que no eran dos -como había sostenido-, sino siete los ámbitos donde se desarrollaban las actividades del Destacamento de Inteligencia 101. También, añade que el espacio contaba con distintos grupos de apoyo dedicados a tareas de inteligencia, archivo, computación, mantenimiento, logística, finanzas y armas, entre otras.

A través de un testimonio leído, hace hincapié en los tecnicismos de la redacción de las acusaciones, como que al mencionar a los miembros policiales y militares, se lo hace sin aclarar los años de acción de cada uno; o que hay nombres de víctimas mal redactados -escrito con i latina pero que, al parecer, el correcto es con y griega-. “De igual manera, no van a llegar nunca a los 30 mil”, dice, y sentencia: “Una vez más, digo que tal plan no existía. Lo del plan clandestino de represión a nivel nacional es otro de los eslóganes con los cuales se pretende tergiversar la historia”.

Sus dichos están repletos de frases con las que pareciera buscar nada más que titulares: “que la policía tenía detenidos era y es algo normal, ahora es que dicen que era un centro clandestino de detención”; “para mí, es todo un relato”; “las querellas se abrazan sin miramientos a las organizaciones de Derechos Humanos […], que se han quedado ancladas a la reivindicación de los terroristas de los años ‘70”; “están posibilitando el enriquecimiento de las organizaciones de Derechos Humanos”; “se cree que hubo 30 mil desaparecidos cuando el proceso militar no tiene más que 5800”; “ acusan sin pruebas concretas, solo supuestos”.

Pasada más de hora y media, afirma que “las presentaciones fiscales, para mí, han sido un cúmulo de despropósitos. De esta forma, no van a lograr la memoria, la verdad y la justicia que dicen perseguir”. Dispuesto a contestar preguntas, no recibe ninguna.

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El próximo es Jorge Antonio Bergés. El ex médico militar debe prestar testimonio por la ampliación de acusaciones por co-autoría de homicidio agravado, desaparición forzada, ataques sexuales, privación ilegal de la libertad agravado por haberse realizado con violencia, amenazas y tormentos, y por la retención u ocultamiento de menores de diez años.

La cámara solo deja ver su pelo canoso peinado hacia atrás, sus auriculares, frente y ojos; más allá del límite de los lentes, no mostrará el resto de su cara en ningún momento. Tras responder de forma afirmativa a si prestará declaración, es consultado si además responderá preguntas. Dice que solo responderá consultas de los cuatro jueces del tribunal y no de las querellas, de las fiscalías ni de las defensas. Sin embargo, luego se retracta y sostiene que también responderá preguntas de las defensas.

“Los fiscales han engañado a la gente en particular y al tribunal no solo esta vez, sino muchas veces”, comienza a leer con un volumen de voz que dificulta la comprensión de las palabras. Ante los reiterados pedidos de aumentar el tono, comenta que tiene hecha una traqueotomía y que por ello su voz no se escucha bien. Al igual que Di Pasquale, dedica su tiempo para recuperar los puntos redactados en las acusaciones como, por ejemplo, que en causas anteriores había sido condenado por delitos diferentes a los que se mencionan en esta ocasión; o a sostener que hubo irregularidades en su detención.

Ante la dificultad de hacerse oír, por limitaciones de tiempo del defensor oficial -que debe retirarse para asistir a los alegatos finales de otro proceso judicial- y por “falta de aire”, según afirma el acusado, el tribunal resuelve finalizar su declaración oral y presentarla por escrito. Debido al apuro del defensor, las presentaciones de Jaime Lamont Smart y Carlos Gustavo Fontana son reprogramadas para el próximo encuentro, y la fecha continúa con dos testimoniantes con defensas particulares.

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La palabra es cedida a Federico Antonio Minicucci, quien enfrenta la ampliación de cargos por co-autoría de homicidio agravado, desaparición forzada, ataques sexuales y detención u ocultamiento de menores de diez años. De camisa azul a cuadros, lentes, y barba y pelo canosos con un crecimiento irregular, el ex teniente coronel y jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada número III de La Tablada se acerca al micrófono en lo que parecería ser un intento por escuchar mejor; lo que tal vez desconoce es que ese acercamiento también se realiza en la cámara, por lo que deja ver -en un gran plano detalle- el paso del tiempo en su piel arrugada, manchada y reseca. “Señor, por recomendación de mis abogados, no voy a declarar ni a contestar preguntas”, sostiene, y culmina el encuentro.

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El último imputado de la fecha es Enrique Augusto Barre, defendido por el estudio de Mariano Cúneo Libarona, próximo Ministro de Justicia que asumirá su cargo en menos de un mes. Con un gran ventanal de fondo y una estantería repleta de libros, la imagen solo encuadra su pelo y cejas canosas; de vez en cuando, y solo de acuerdo al movimiento que realiza, los ojos se dejan ver. “Por recomendación de mis abogados, por la fecha me reservo declarar”, comienza y culmina el ex comisario de Seguridad y segundo jefe de la división Delitos contra la Propiedad que enfrenta la ampliación de cargos por ataques sexuales.

La próxima jornada del debate oral y público será el 28 de noviembre de manera remota, con la continuación de indagatorias de las personas imputadas en la causa.

*Con la cobertura de Agustina López

Cómo citar este texto: Diario del juicio. 21 de noviembre de 2023. “ACUSAN SIN PRUEBAS CONCRETAS, SOLO SUPUESTOS”. Recuperado de https://diariodeljuicioar.wordpress.com/?p=1750

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