“LA LEY PUEDE INTERPRETARSE DE DISTINTAS MANERAS DE ACUERDO A LA INJUSTICIA QUE SE QUIERA JUSTIFICAR. LO JUSTO NO TIENE DISCUSIÓN”

AUDIENCIA N° 127, 19 DE DICIEMBRE DE 2023. JUICIO “POZO” DE BANFIELD, “POZO” DE QUILMES Y “EL INFIERNO” DE AVELLANEDA

Este martes, en una segunda jornada de alegatos correspondientes a la causa que lleva más de tres años de desarrollo y que juzga los delitos de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención de Banfield, Quilmes y Lanús, se leyeron los casos que completan los comenzados a exponerse el 12 de diciembre.

El presidente del TOF N° 1 de La Plata, Ricardo Basílico comenzó mencionando las partes presentes para dar paso a la fiscal auxiliar Ana Oberlín, la primera en tomar la palabra. Oberlín inició leyendo una lista de referencias que detallan cada una de las víctimas de secuestros, torturas, asesinatos y abusos sexuales. Los primeros casos leídos narran los testimonios de personas detenidas en el Pozo de Banfield, aunque debido a que las y los detenidos eran trasladados permanentemente, también comparecieron en otros centros de detención clandestinos. 

Pozo de Banfield, espacio al que corresponden el 49% de los casos 

El primer nombre en aparecer en pantalla es Eduardo Castellanos, militante peronista secuestrado en 1976, en Avellaneda. En ese momento Castellanos estaba interesado en la lectura de revistas del ERP y supone que ese fue el motivo de su secuestro. Castellanos compartió cautiverio con Oscar Pellejero, Alejandro Reinhold y Héctor Pighin, quienes integraban el sindicato de trabajadores no docentes de la Universidad de Luján, ciudad donde vivían. Los tres fueron llevados al Pozo de Banfield. 

Cada uno de los casos leídos se conforman por las declaraciones de las víctimas en este debate, así como testimonios en otros juicios, y se constatan a partir de armar un cruce de relatos entre las personas. El caso número 49 corresponde a Emilio Marchione, Juez de Paz de San Andrés de Giles. Marchione falleció sin dar testimonio, pero Reinhold lo mencionó en el citado circuito. El fiscal general Miranda, continuó con Virgilio Medina, quien en su momento declaró que sufrió tormentos que incluyeron un simulacro de fusilamiento y torturas que lo llevaron a tomar la decisión de suicidarse, sin poder lograrlo. Estando en la cárcel de Azul y conversando con otro detenido se enteró que en ese lugar había otro “Medina, de Lobos” y supo que se trataba de su padre. 

Circuito Zárate – Campana 

Los representantes de la fiscalía continuaron mencionando casos de detenidos y detenidas que previos a ser llevados a los circuitos comprendidos en este juicio, estuvieron en la zona norte del conurbano bonaerense, conocido como Circuito “Zárate-Campana”. Las víctimas son Susana Márquez (embarazada de tres meses al momento de su detención); Juan Antonio Neme (trabajador de Ford y militante peronista). También, Luis María Armesto, quien fue diputado provincial por el Frente Justicialista de Liberación y presidente del PJ de Campana y compartía militancia con su hijo, Julio Armesto, ambos detenidos el 24 de marzo de 1976. Francisco José Bugatto, quien fue intendente de Zárate, y su hijo, José Alberto, fueron secuestrados y llevados al Pozo de Banfield. Carlos Souto, militante peronista junto con su hijo Carlos Daniel, quienes continúan desaparecidos; Lidia Esther Biscarte (detenida a pocos días del golpe del 76, frente a sus hijos) y Blanca Nelly Leonor Buda, quien fue la primera candidata a intendenta de Escobar en 1973 por la Alianza Popular Revolucionaria. Fue secuestrada de su domicilio en esa ciudad en 1976. 

Héctor Ferraro fue secuestrado en 1976, en Zárate donde estaba de visita; José María Iglesias (secuestrado en marzo de 1976, exiliado en 1977 y fallecido sin prestar declaración en este juicio, brindó testimonio en los Juicios por la Verdad en 2001 y ante el Juzgado Federal de Campana en 2004); Rogelio Miguel Juárez, aclaró que no estuvo presente en el Pozo de Banfield, con lo cual se pidió absolución. Alberto Marciano y Eva Orifici, pareja de  militantes, fueron secuestrados el 29 de marzo de 1976 y liberados en 1982. Daniel Lagaronne (fue secuestrado en marzo de 1976 y falleció en el transcurso de este juicio, sin poder declarar); Marcelino Elías López (capturado el 29 de marzo de 1976 y liberado en 1978) y Juan Evaristo Pudhod, nativo de Zárate, fue detenido y falleció antes de declarar en este juicio. Valerio Salvador Ubiedo, en abril de 1976 fue secuestrado por segunda vez y liberado en 1989. Falleció en el 2000. También estuvieron en este circuito Luis Alberto Messa (militante de la JP y montoneros) y Guillermo Cometti (dirigente del sindicato de la carne, capturado en marzo de 1976).

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El siguiente caso corresponde a Osvaldo Ariosti, que fue secuestrado en abril de 1976 y liberado en 1978 y, aunque falleció en 2007, su testimonio se incorporó al debate. Luis Fachino Delgui (caso 60), trabajó en la intendencia de Zárate, fue secuestrado en esa ciudad y se presume que fue asesinado en el Pozo de Banfield y continúa desaparecido. Juan Carlos Delghi, militó en la UCR en Zárate y colaboró en la fundación del Partido de los Trabajadores. Fue secuestrado, liberado, nuevamente detenido y finalmente asesinado. Juan José Berninsone (caso 66) era docente en Zárate. Fue secuestrado en 1976 y expuesto a tormentos que se presumen estarían asociados con su muerte en la vía pública, a pesar de que en su acta de defunción figura “paro cardíaco”. Jesús María Bonet (71) tenía 16 años cuando fue secuestrado en marzo de 1976 y en julio de 1979 se ordenó su expulsión y se exilió. Por problemas de salud, no declaró en debates. María Teresa Di Martino fue secuestrada el 24 de marzo de 1976 y fue presuntamente trasladada a Moreno, donde le indicaron a su padre que “ya había salido”, sin embargo, permanece desaparecida. Silvano Jorge García fue secuestrado en marzo de 1976 en la granja en la cual vivía y trabajaba. Hasta la actualidad se desconoce su destino, se sabe que estuvo en el Pozo de Banfield. 

Los casos que continuaron son el de la pareja conformada por Martha Velazco y Hugo Luis Morini. Velazco era médica y muy conocida de esa forma. En abril fueron vistos en el Pozo de Banfield y ambos se encuentran desaparecidos. Héctor Eduardo Fernando Barra Pizarro (caso 80) era músico y poeta y fue secuestrado en Zárate. Estuvo detenido ilegalmente en Banfield a mediados de abril de 1976, finalmente fue liberado y se exilió en Francia. María del Carmen Cántaro fue secuestrada a sus 22 años, en marzo de 1976, con su pareja Osvaldo Carmelo Mollo. Cántaro fue eximida de declarar por cuestiones de salud, pero su testimonio se sumó al realizado ante un Juzgado de CABA. El 20 de julio de 1976 recuperó la libertad. Héctor Ricardo Arias Annichini y Jorge Honorio Navarro (fallecido en 2010) fueron secuestrados en marzo de 1976, estuvieron en el Pozo de Banfield y en junio de 1981 les otorgaron libertad vigilada.

Trabajadores de Saiar, ubicada en la localidad de Quilmes 

Los casos mencionados forman parte de un grupo de trabajadores de la fábrica SAIAR ubicada en Quilmes, que luego fueron trasladados al Pozo de Banfield. Adriana Patricia Sotelo; Andrés y Celina González (embarazada de tres meses); Marcos Alegría; Raúl Horacio Codesal, dirigente sindical obligado a renunciar posterior a su cautiverio; Nicolás Adán Barrionuevo; Argentino Quintín Cabral; Salvador Armando Cerrone, quien fue eximido de declarar por problemas de salud; Mariano Arasenpchk (continúa desaparecido); Francisco Domingo Orellana, secuestrado en dos oportunidades desde su domicilio; Franscisco Virgilio Gutiérrez; Alfredo Emilio Pattiño; Luis Jaramillo; Héctor Alberto Pérez y Gerardo Manuel Carrizo. En el caso Héctor Tomás Campdepadrós (falleció y no declaró) y Jorge Varela, fueron víctimas del terrorismo de estado, pero no está acreditado que estuvieran en los centros de detención objeto del juicio por lo tanto se pide la absolución.

La fábrica se encontraba en conflicto gremial y sus trabajadores y trabajadoras venían realizando distintas medidas de lucha por la reducción de la jornada laboral y el pago de horas extras. El 24 de marzo de 1976, fuerzas militares ocuparon la planta y varios trabajadores fueron secuestrados: Barrionuevo, Arasenpchk, Orellana, Alegría y Cabral, entre otros. Nuevamente el 13 de abril una Unidad del Ejército fuertemente armada rodeo la fábrica y se  llevó detenidos a siete trabajadores. 

Otros trabajadores

La fiscal Oberlin expresó la existencia de un grupo de casos de trabajadoras y trabajadores pertenecientes a otras empresas, dado que buena parte de las víctimas eran personas obreras que tenían desempeño en distintas fábricas. En este sentido se comenzó con el caso número 97, correspondiente a José Óscar Cerro que fue secuestrado en mayo de 1976 en Temperley, fue torturado e interrogado sobre su actividad en la empresa Kolynos. Gladys Rosa Baccili también era empleada de Kolynos, era telefonista de la empresa cuando fue secuestrada en mayo de 1976. Si bien no pudo prestar testimonio en el debate, fue incorporado – CONADEP 1714 y Juicios por la Verdad-. Juan Domingo López Pérez, trabajaba en el Sindicato Luz y Fuerza cuando fue secuestrado el 24 de marzo de 1976. 

El Dr. Gonzalo Miranda continuó con el caso de Sergio Mario Ibáñez, quien trabajaba en la Asociación de Periodistas de Buenos Aires y entre sus relatos narra que “lo encapucharon y lo llevaron a distintos lugares que no pudo identificar”, asimismo, citando a la víctima en su declaración en el Juicio por la Verdad, refiere que puede ser que haya estado en el Pozo de Banfield, por la cercanía y por ser una de las dependencias policiales más grandes.

Posteriormente, Gregorio Nachman, secuestrado en junio 1976 en Mar del Plata en su espacio laboral, fue trasladado a Protobanco, donde fue sometido a torturas. Cabe mencionar que la sentencia, en la causa Brigada de Güemes, fue confirmada por la Cámara Federal de Casación Penal. Estuvo privado de la libertad en el Pozo de Banfield entre junio y julio de 1976, continúa desaparecido. Su hijo Eduardo, brindó testimonio en otro juicio y culminó el mismo con unas palabras que escribió su padre (..) “hay una noche entre lo legal y lo justo. La injusticia se basa siempre en lo legal (..). La ley es la defensa de la justicia opulenta. Lo justo no necesita defensa. La ley puede interpretarse de distintas maneras de acuerdo a la injusticia que se quiera justificar. Lo justo no tiene discusión”. El siguiente caso es de (102) Gladis Noemí García Niemann, su madre declaró que el 19 de junio de 1976 fue secuestrada, la condujeron a la Delegación de la Policía Federal de Mar del Plata, y posteriormente, fue llevada al Pozo de Banfield donde permaneció hasta el 29 de julio de 1976. Su familia la buscó de forma incesante. Finalmente, en 2005, por cotejo genético se determinó que un esqueleto NN correspondía a Gladis. 

La noche de los Lápices

Luego, se continúa con los casos de “La Noche de los Lápices”, estudiantes secundarios comprometidos con la lucha social, política y estudiantil. El grupo de personas estaba compuesto por María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Horacio Úngaro, Daniel Racero, Claudio de Acha, Francisco López Muntaner, Emilce Moler, Patricia Miranda, Pablo Diaz, Atilio Gustavo Calotti y Víctor Alfredo Treviño. Fueron secuestrados en la noche del 16 de septiembre y llevados al “Destacamento de Arana”. El 23 de ese mes la mayoría fueron trasladados en una caravana de camiones con más personas al Pozo de Banfield y al Pozo de Quilmes. Fueron sometidos a torturas y privados ilegítimamente de su libertad. Sufrieron abusos sexuales por parte de los guardias. No les daban de comer. Diversos testimonios acreditan lo sucedido, como el de Pablo Díaz, Emilce Moler, Patricia Miranda y Atilio Gustavo Calotti, quienes recuperaron su libertad. El primero testimonió que reconoció la cocina en donde hacían parir a las embarazadas, los paredones de fusilamiento, sótano, los baños y calabozos. Clara, Claudia, Horacio, Daniel, Claudio y Víctor continúan desaparecidos. 

La fiscal Ana Oberlin, continúa con Ángela López Martín (caso 144) docente, trasladada primero a Arana y luego, al Pozo de Quilmes. La testigo, Nora Ungaró contó que Ángela estaba muy golpeada y con hemorragias, e intentaba hacer sentir bien al resto. Su pareja, Osvaldo Enrique Busetto, también fue secuestrado, el 9 de septiembre de 1976. No podía caminar por las heridas de bala en una de sus piernas. Ángela y Osvaldo continúan desaparecidos.

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Graciela Gladys Pujol (116), fue secuestrada junto a su pareja José Horacio Olmedo. Era estudiante de medicina, de origen cordobés, se encontraba embarazada. Mientras estuvo detenida ilegalmente asistió al parto de Montesino. Graciela, su pareja, y su hijo o hija nacida en cautiverio, aún están desaparecidos. Continúan los alegatos, siendo el siguiente el caso 117, José María Novielo, secuestrado el 9 de octubre de 1976, trasladado al Destacamento de Arana y luego trasladado al Pozo de Banfield.  

Víctor Carminati (118) y Alicia Carminati (119) fueron secuestrados en septiembre de 1976, trasladados a Arana, y luego al Pozo de Banfield. Vivieron atemorizados. Víctor estuvo maniatado con una cuerda de horca. Fueron liberados en diciembre de 1976. Carlos Augusto Cortes (120) fue secuestrado el 1 de junio de 1976 y sometido a torturas. La misma situación ocurrió con Diana Guerrero (121) y Conrado Ceretti (122), quienes eran pareja y periodistas del Diario La Unión. Fueron vistos por última vez en el Pozo de Banfield. Continúan desaparecidos. 

El siguiente caso es el de Liliana Isabel Acuña (123), estaba embarazada, estuvo en varios centros clandestinos, entre ellos, el Pozo de Banfield. La hija nacida en cautiverio, recuperó su identidad en 2014. Es la nieta 110. Julio Washington Cabrera (124), pertenecía al Movimiento Peronista de la Liberación, trabajaba en una biblioteca. Fue detenido el 18 de octubre de 1975, además, secuestraron a Rosa Chaer y Gladys. Continúa desaparecido. El mismo destino le esperaba a Alfredo José Cajide García (125), militante del Grupo Obrero Revolucionario. Estuvo cautivo en el Pozo de Banfield entre septiembre y diciembre de 1977; y al delegado sindical, Enrique Ernesto Canga Barragán (126). En 2011 se identificaron los restos de Ernesto. Norma Beatriz del Missier (127) y Néstor Eduardo Silva (128), pareja y militantes de la JUP, fueron secuestrados el 22 de septiembre, encapuchados los secuestraron en vehículos policiales y saquearon la vivienda familiar. Permanecen desaparecidos. 

Edgardo Miguel Ángel Andrew, su cautiverio fue recordado por Alicia Carminati, y su padre, Miguel Ángel Andrew. Consiguiente el caso 130, Clara Kierszenowicz, quien permanece desaparecida. Eduardo Porta (caso 131), el 31 de octubre de 1976 fue secuestrado por personas vestidas de civil, quienes le aplicaron picana por todo el cuerpo por 8 horas. Falleció en libertad a los 36 años de un infarto, con una hija de apenas 45 días de vida. Rubén Horacio Ares (132), bombero y policía de la Provincia de Buenos Aires, permaneció en el Pozo de Banfield hasta que fue liberado. Rubén Omar Bricio (133), fue secuestrado dos veces, la noche del 16 de octubre de 1976 un grupo vestido de civil lo subió a un auto Ford Falcon. Finalmente fue liberado el 16 de noviembre de 1976. Miguel Ángel Calvo (134), conocido como “Cachito”, militante del partido comunista, fue secuestrado cuando tenía 21 años y, según el testimonio de un guardia, lo habrían tirado desde un avión al río.

Gabriela Carriquiriborde (135) y su hijo Repetur Carriquiriborde (136), fueron secuestrados de su domicilio en La Plata, Gabriela estaba embarazada. Pablo Díaz en su testimonio afirmó que en diciembre de 1976 Berges le dijo: “las chicas están por tener” y metió dentro de su celda a Gabriela para que la cuidara; Berges fue con dos personas a verla y sostuvo, en referencia al futuro bebé, “va a ser de tez blanca”. Desde ese día, no se supo más nada de Gabriela, Repetur, y su bebé. 

Hecho similar ocurrió con la familia de Jorge Oscar Ogando (137), Emilio Horacio Ogando (138), Stella Maris Montesano (139), y Martin Ogando Montesano (140), quienes estuvieron cautivos y sometidos a torturas. Stella Maris, esposada y encapuchada fue obligada a parir en la cocina y a limpiar el lugar. Su hijo Martin fue apropiado, solamente conservó el cordón umbilical. Recuperó su identidad en 2015. Stella, Jorge y Emilio continúan desaparecidos. Julio Gerardo Poce (141) y Graciela Eugenia Pernas (142), estaban casados y eran militantes del Grupo Universitario Socialista. Familiares de ellos testificaron lo sucedido en el secuestro. 

La fiscal continúa con los casos de Cristina Navajas (143), Manuela del Rosario Santucho (144) y Daniel Santucho (145), militantes del PRT-ERP, eran nueve hermanos, la mayoría militaba políticamente. Esta familia sufrió persecución política durante bastante tiempo. Fueron perseguidos, secuestrados y torturados, trasladados por diferentes centros clandestinos, entre ellos el Pozo de Banfield. Este año se identificó a un niño nacido en cautiverio, hijo de Cristina, siendo el nieto 133. El siguiente caso, está vinculado a los mencionados, es el de Alicia Raquel D’Ambra, quien estaba embarazada y militaba en el PRT-ERP. A principios de 1975 fue detenida ilegalmente. Fue una de las mujeres que participó de una fuga grupal del centro clandestino de detención. Posteriormente fue otra vez secuestrada junto a Cristina Navajas y Manuela Santucho. Alicia aún continúa desaparecida. 

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Luego de un cuarto intermedio, la fiscal auxiliar, Oberlin, introduce que tratará un grupo de casos de mujeres trans, quienes estaban en situación de prostitución. Prestaron testimonios cuatro personas, donde se evidenció que durante el terrorismo de estado la persecución hacia las mujeres trans se incrementó, existía un ensañamiento con quienes no se adaptaban al modelo sexo genérico normativo. El primero es el de Valeria del Mar Ramírez (147), trabajaba en la Ruta 4 y Camino de Cintura, junto a 14 compañeras. Fue detenida una primera vez, en la que permaneció dos días en el Pozo de Banfield. La segunda vez la metieron dentro de un vehículo Ford Falcón junto a su compañera Romina y estuvo en un lugar donde sufrió reiteradas violaciones. Le decían que era la “cabecilla”, siendo que ninguna mujer del grupo militaba políticamente. Valeria fue liberada luego de dos semanas. El segundo es el de Julieta Alejandra Gómez (148), el tercero Miguel Ángel Gómez (149) y el cuarto el de Judith Lagarde (150), fueron secuestradas una noche en 1977. Estuvieron 15 días detenidas en el Pozo de Banfield, las encerraron en calabozos, fueron violadas, las obligaban a hacer trabajos en el lugar. Recibían insultos permanentemente vinculados a su identidad de género, como, por ejemplo, “acá los vamos a hacer hombres”. Las amenazaban con cortarles el cabello. Julieta reconoció a Etchecolaz y al Pozo en la televisión. Finalmente, fueron liberadas. 

El siguiente caso corresponde a una de las primeras mujeres trans de Argentina, Analía Velázquez, conocida como “Marisela”, entre los años 76 y 78 fue detenida de manera reiterada en el Pozo de Banfield. Se tuvo que exiliar, regresó a Argentina con la vuelta de la democracia. 

Por último, se presentó el caso de Paola Leonor Alagastino, a quien secuestraron a mediados de 1977. Durante la dictadura estuvo detenida en varias oportunidades en el Pozo de Banfield, entre 40 y 60 días. Lo denunció, pero no fue escuchada por el Juez. Lo mismo sucedió con Carla Fabiana Gutiérrez (153), Marcela Daniela Viegas (154). Esta última refirió “Nosotras no tenemos cuarenta años de democracia, tenemos apenas doce, desde que tenemos ley de identidad de género”. 

La próxima jornada será el siguiente martes 26 de diciembre a las 08:00 hs de manera virtual, donde se continuará escuchando el alegato del Ministerio Público Fiscal. 

*Con la cobertura de Pamela Tomás y Evelyn Sena. 

Cómo citar este texto: Diario del juicio. 19 de diciembre de 2023. “LA LEY PUEDE INTERPRETARSE DE DISTINTAS MANERAS DE ACUERDO A LA INJUSTICIA QUE SE QUIERA JUSTIFICAR. LO JUSTO NO TIENE DISCUSIÓN”. Recuperado de https://diariodeljuicioar.wordpress.com/?p=1776

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