“PLAN CÓNDOR RIOPLATENSE”

AUDIENCIA Nº 129,  27 DE DICIEMBRE DE 2023. JUICIO “POZO” DE BANFIELD, “POZO” DE QUILMES Y “EL INFIERNO” DE AVELLANEDA

En la presente audiencia continuó la presentación del alegato del Ministerio Público Fiscal en su cuarta jornada, en relación a las personas secuestradas en el ex CCD Pozo de Quilmes. Buena parte de los casos presentados son de ciudadanos uruguayos, que migraron a la Argentina a partir del golpe militar en su país en 1973. Se marca como evidencia en los secuestros e interrogatorios, el accionar combinado de las fuerzas represivas de ambos países a partir de los acuerdos del Plan Cóndor.

La presentación se desarrolla de manera alternada entre el fiscal general, Dr. Miranda y la fiscala Dra. Oberlin. La secuencia ordenada cronológicamente por fecha de secuestro, sostiene una lógica de conectividad, por razones familiares, de militancia o barrial, entre los diferentes casos. Se señala que los ciudadanos uruguayos estuvieron cautivos entre diciembre de 1977 y mayo del 78, fecha en que se produjeron traslados finales desde el Pozo de Banfield sin destino conocido. Destacan que nacieron 3 bebés en cautiverio en dicho centro cuyas madres están desaparecidas.

Los fiscales agruparon a las víctimas uruguayas a partir del caso 260 hasta el 301. Se inició el despliegue con Alfredo Bosco Muñoz, secuestrado junto a Ileana García Ramos y Edmundo Dosetti Techeira en el departamento de la pareja el 21 de diciembre de 1977.  Soledad, su beba de 7 meses, fue dejada en la Brigada femenina de San Martín y su abuela pudo rescatarla después de una ardua exigencia.

Se mencionan a varios matrimonios secuestrados. Entre ellos, el de Elena Lerena Costa y Alberto Corchs Laviña, profesor de física, detenidos también el 21/12/77. Su hijo Alejandro fue entregado a los vecinos y recuperado por sus abuelos uruguayos. Al día siguiente, fueron secuestrados Julio César D’Elía Pallares y su esposa Yolanda Casco Ghelpi, embarazada casi a término. Su hijo, Carlos D’Elía Casco nació en el Pozo de Banfield. En la búsqueda de información de sus padres, envió carta a Bergés quien nunca la respondió.

Guillermo Sobrino Berardi, y los anteriores casos, militaban en el Grupo de Acción Unificadora (GAU). El pasó también por los Pozos de Banfield y Quilmes, así como Raúl Borelli Cattáneo. Graciela Basualdo y Gustavo Goicoechea Camacho, también casados y con un hijo de 2 años, fueron secuestrados el 23 de diciembre. Idéntica fecha se señala para Elsa Fernández, mamá de Aída Sanz Fernández, quien estaba cursando un embarazo avanzado. Su hija Mercedes, nació en el Pozo de Banfield y fue apropiada hasta que años después fue recuperada por su abuela, siendo su partida falsa firmada por Bergés. Eduardo Gallo Castro, esposo de Aída, junto con su amigo Miguel Ángel Río Casas y Atalivas Castillo, son secuestrados también. Todos ellos están desaparecidos.

Los fiscales continúan el alegato aportando datos de los matrimonios conformados por María Antonia Castro Huerga, médica y Mario Martínez Suárez, quien en Quilmes no recibe atención y fallece por un ataque de asma a partir de las torturas; María Asunción Artigas Nilo  y Alfredo Moyano Santander, cuya hija María Victoria Moyano Artigas nace en el pozo de Banfield; Juvelino Carneiro da Fontoura y Carolina Barrientos, argentina, doctora en química, que son secuestrados el 30 de diciembre del 77 y están desaparecidos; Beatriz Bermúdez Calvar y Oscar Viegas, en el Pozo de Quilmes, liberados después del pago de una fuerte suma; María Teresa Serantes Lede y Alberto Illarzen Frugoni, también liberados así como la pareja conformada por Nelson Mezquida e Yvonne Cappi.

Se presenta como grupo al de la familia de Marta Severo Barreto y su esposo Jorge Martínez Horminoguez secuestrados el 20 de abril de 1978, cuya bebita de 35 días fue recuperada meses después por su abuela materna; Carlos Severo Barreto de 16 años; Beatriz Anglet y Ary Severo Barreto; Rosa Alvarez (“la tía Pola”) que fue liberada. También se suman en abril del 78 los secuestros de Washington Rodríguez Martínez y Juan Alberto Berdún Cardozo, liberados en mayo de ese año y de las amigas Erlinda Vázquez Santos (artesana uruguaya) y Beatriz Fernández y Alicia Montenegro, todas en libertad. Un último caso expuesto de las personas uruguayas es el del pintor Mario Mosteiro, de 50 años, que tenía su taller en La Boca y estuvo un mes hasta mediados de mayo en Quilmes, antes de su liberación.

Los fiscales hacen un pormenorizado detalle que incluye fotos de los involucrados y las fuentes testimoniales, de donde se obtiene la información. Entre ellas, un testigo recupera que Aída Sanz en Quilmes, remarca que 32 uruguayos son los secuestrados. Además refieren la mención a una “sargento Peter” o similar, entre los miembros de la patota uruguaya que se hacía cargo de las torturas en los interrogatorios en Quilmes.

El alegato del Ministerio Público Fiscal continúa con otros casos ligados a la Brigada de San Justo, como los de Graciela Gribo, Claudia Kohn; Saul Szajnbaum; Juan Rodolfo Rodríguez, Rafael Chamorro. Asimismo, se incluyen víctimas que pasaron por el Pozo de Banfield, como Ricardo Iramain, quien estuvo allí hasta octubre del 78 con María Artigas; Eduardo Corro y su esposa Adriana Chamorro secuestrados el 23/2/78, recién liberados en el 81; Mónica Grinspon y Claudio Logares que pasaron por ambos centros clandestinos y cuya hija Paula, de 2 años, apropiada, fue la primera nieta que recuperó su identidad en 1984.

Los casos 312 al 315 se presentan agrupados y corresponden al matrimonio de Adelina Lucero y Juan Carlos Uñates, María Irma Castro (madre de Adelina) y su amigo César Maza (“el colorado de Solano”), que sufrieron tres secuestros en distintas oportunidades a partir del 74. César continúa desaparecido.

Se detallan las detenciones de un grupo de militantes de Quilmes, reunidos en julio del 75 en la casa de María Leonor Gonzáez Martínez, pertenecientes a la Juventud Peronista, que pasaron por el Infierno de Avellaneda y el Pozo de Quilmes. Ellos son: Urbano Ciavaglia; Armando Dionisi, Graciela Gómez, María del Carmen Alburúa; Juan Carlos Duca, Marcelo Santoro. También se incluyen a Hugo Perié y Horacio Fagioli.  

En forma individual se registran quienes estuvieron en Quilmes durante 1975 y luego liberados: Cástulo Bogado, obrero de Acindar que estuvo 1 día; María Luisa Godoy, de Campana; Néstor Rojas, quien pasara por varios ex CCD; Francisco Gutiérrez, de SAIAR junto a Horacio Rapaport, quien es asesinado en el Regimiento Nº 7 de La Plata; y la pareja formada por Filemón Acuña (obrero de Peugeot) y María Rosa Ortiz.

Con esta exhaustiva enumeración de víctimas del terrorismo de Estado, la fiscalía concluye esta etapa de su alegato, que continuará el año próximo.

El Dr. Basílico marca el fin de la audiencia indicando un cuarto intermedio hasta el 14 de febrero de 2024, fecha en que continuará la etapa de alegatos.

*Con la cobertura de Adriana Redondo Cómo citar este texto: Diario del juicio. 27 de diciembre de 2023. “PLAN CÓNDOR RIOPLATENSE”. Recuperado de: https://diariodeljuicioar.wordpress.com/?p=1789

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